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Historia

“Alojarse en un antiguo palacio con jardines que abarcaban la actual Plaza de Abastos”

El hotel se asienta en el antiguo palacio medieval del Conde de Altamira. Hoy en día desde las habitaciones que dan a la rúa das Ameas se observa el bullicio de la Plaza de Abastos. Todo el espacio que ahora ocupa el gran mercado de Santiago formaba parte de los jardines del Pazo. El terreno del pazo original se extendían desde la iglesia de San Félix de Solovio hasta la travesía que conducía a la plazuela de San Agustín.

Este edificio emblemático en el que la familia noble residía muy cerca de la vieja Universidad fue demolido en el siglo XIX. Aún hoy se conservan un pozo artesano y las columnas originales en el sótano, en el acceso a los aseos del restaurante. Antes de convertirse en hotel, este edificio acogió unos almacenes de ropa de Santiago, los Almacenes Estévez y aún hoy conserva la madera original de pinotea de los suelos, recuperada en la obra de rehabilitación hecha para el hotel.

El proyecto del actual edificio fue obra del estudio de arquitectura Creus y Carrasco, dando forma a un hotel boutique de 16 habitaciones que mantiene el espíritu de este edificio histórico en el que se han conservado elementos como la madera y la piedra.

La mansión de los Altamira tenía un configuración orientada a la vida ensimismada protegida de miradas ajenas y volcada hacia el recreo interior en la huerta y el jardín propios. Tenía planta baja, piso noble y ático siguiendo el esquema habitual de los palacios urbanos gallegos. Los jardines contaban con huerta, fuente, pozo y escalera.

Los condes de Altamira eran unos de los terratenientes de Santiago. Además del espacio que hoy ocupa toda la Plaza de Abastos, también era de su propiedad el Monasterio de San Lorenzo y su carballeira, hasta que en 1546 fue donada. Treinta años más tarde comenzó su transformación en parque público con la construcción de los primeros paseos.